CUANDO faltan poco más de cinco meses para el inicio de los Juegos Olímpicos de París 2024, ha surgido un nuevo problema para los organizadores.
Los balcones de París, donde miles de personas podrán presenciar la ceremonia inaugural, pueden no ser los adecuados.
Para los terceros juegos olímpicos que se celebrarán en la capital francesa, ha surgido otro problema. Esta vez se trata de un problema imprevisto que no surgió en los juegos anteriores.
La grandeza con la que los franceses quieren organizar la ceremonia inaugural, que por primera vez en la historia se celebrará fuera de un recinto cerrado o de un estadio deportivo, ha creado nuevas complicaciones logísticas.
Además del ya conocido problema de seguridad adicional de celebrar la ceremonia de apertura en el centro de París, con las delegaciones viajando en barco a lo largo del Sena, el problema de los balcones parisinos con vistas al famoso río se suma a los desafíos.
¿Serán los balcones de los edificios parisinos lo suficientemente fuertes como para soportar a la multitud que se reunirá para la ceremonia de inauguración? Esta es la pregunta y la preocupación de las autoridades. La posibilidad muy real de que los balcones se llenen de gente ansiosa por presenciar la grandiosa ceremonia de inauguración prometida por los organizadores plantea problemas imprevistos para garantizar que el evento esté a la altura de las expectativas, sin verse eclipsado por defectos estructurales o problemas de mantenimiento o exceso de personas.
En respuesta a esta cuestión, las autoridades están considerando una inspección completa para evaluar la solidez de los balcones, tras una advertencia de los expertos inmobiliarios.
«Podría ocurrir y es necesario garantizar que los balcones puedan soportar el peso y, sobre todo, que las barandillas estén bien fijadas para evitar incidentes», afirmó Olivier Princivalle, de la Federación Nacional de Agentes Inmobiliarios (FNAIM).
Las caídas, a veces mortales, por barandillas en mal estado o derrumbes de balcones son habituales en las noticias, informa AFP. En 2023, dos personas resultaron gravemente heridas al caer desde un quinto piso en París debido al derrumbe parcial de un balcón.
La ley exige que los propietarios y administradores de edificios se aseguren de que los balcones estén en buenas condiciones. Los Juegos Olímpicos serán una prueba de estrés temporal para el cumplimiento.
Los edificios de estilo Haussman, tan característicos del París del siglo XIX, normalmente no tienen espacio para más de dos o tres personas en sus balcones. «la posible superpoblación durante los Juegos podría ser un desafío», añade Princivalle.
Los profesionales del sector han solicitado al colegio de arquitectos la elaboración de un informe técnico. Sin embargo, aún no se han determinado las zonas concretas de la capital que se estudiarán, aunque inicialmente serían las propiedades situadas a ambos lados del Sena a lo largo de los seis kilómetros previstos para la ceremonia de inauguración, prevista el 26 de julio de 2024.
CUANDO faltan poco más de cinco meses para el inicio de los Juegos Olímpicos de París 2024, ha surgido un nuevo problema para los organizadores.
Los balcones de París, donde miles de personas podrán presenciar la ceremonia inaugural, pueden no ser los adecuados.
Para los terceros juegos olímpicos que se celebrarán en la capital francesa, ha surgido otro problema. Esta vez se trata de un problema imprevisto que no surgió en los juegos anteriores.
La grandeza con la que los franceses quieren organizar la ceremonia inaugural, que por primera vez en la historia se celebrará fuera de un recinto cerrado o de un estadio deportivo, ha creado nuevas complicaciones logísticas.
Además del ya conocido problema de seguridad adicional de celebrar la ceremonia de apertura en el centro de París, con las delegaciones viajando en barco a lo largo del Sena, el problema de los balcones parisinos con vistas al famoso río se suma a los desafíos.
¿Serán los balcones de los edificios parisinos lo suficientemente fuertes como para soportar a la multitud que se reunirá para la ceremonia de inauguración? Esta es la pregunta y la preocupación de las autoridades. La posibilidad muy real de que los balcones se llenen de gente ansiosa por presenciar la grandiosa ceremonia de inauguración prometida por los organizadores plantea problemas imprevistos para garantizar que el evento esté a la altura de las expectativas, sin verse eclipsado por defectos estructurales o problemas de mantenimiento o exceso de personas.
En respuesta a esta cuestión, las autoridades están considerando una inspección completa para evaluar la solidez de los balcones, tras una advertencia de los expertos inmobiliarios.
«Podría ocurrir y es necesario garantizar que los balcones puedan soportar el peso y, sobre todo, que las barandillas estén bien fijadas para evitar incidentes», afirmó Olivier Princivalle, de la Federación Nacional de Agentes Inmobiliarios (FNAIM).
Las caídas, a veces mortales, por barandillas en mal estado o derrumbes de balcones son habituales en las noticias, informa AFP. En 2023, dos personas resultaron gravemente heridas al caer desde un quinto piso en París debido al derrumbe parcial de un balcón.
La ley exige que los propietarios y administradores de edificios se aseguren de que los balcones estén en buenas condiciones. Los Juegos Olímpicos serán una prueba de estrés temporal para el cumplimiento.
Los edificios de estilo Haussman, tan característicos del París del siglo XIX, normalmente no tienen espacio para más de dos o tres personas en sus balcones. «la posible superpoblación durante los Juegos podría ser un desafío», añade Princivalle.
Los profesionales del sector han solicitado al colegio de arquitectos la elaboración de un informe técnico. Sin embargo, aún no se han determinado las zonas concretas de la capital que se estudiarán, aunque inicialmente serían las propiedades situadas a ambos lados del Sena a lo largo de los seis kilómetros previstos para la ceremonia de inauguración, prevista el 26 de julio de 2024.
