Desde la ciudad de Bucaramanga, el periodista autónomo Jairo Cala Otero, infatigable cultor del idioma español, nos recrea muy a menudo con creciente abundancia de descachadas lingüísticas en los periódicos, canales de televisión y radiodifusoras de nuestro país, hecho que conlleva un considerable número de redundancias, discordancias de género y número gramatical, adjetivos imprecisos, repeticiones, conjugaciones verbales erradas y deslices con la ortografía y la redacción.
Escribir un texto, por breve que sea, requiere de conocimientos en gramática; es un requisito que no tiene excusa. Pero más imperdonables se vuelven los errores de redacción cuando provienen de periodistas, porque el idioma es la herramienta esencial para comunicar sucesos y opiniones.
De la extensa colección de imprecisiones lingüísticas, trilladas y repasadas en numerosos medios informativos, el periodista Cala Otero destaca las siguientes:
1.- Alicoramiento y alicorado: Las dos palabras son espurias en nuestro idioma. Sin embargo, las usan mucho los periodistas de noticias policiales; particularmente, cuando ocurren accidentes de tránsito ocasionados por conductores borrachos. A ellos los llaman “alicorados”, y a su estado de beodez le dicen “alicoramiento”. Ello es impreciso. Para obviar estos desatinos están los vocablos: borrachera, embriaguez, borracho, ebrio, beodo, bebido, tomado, ebriedad, entre otros menos conocidos.
2.- Arrancar. Se puede arrancar lo que está fijado a una superficie; y también los motores de automotores, o una carrera, o unas muelas, entre otras acciones. Pero para los periodistas, arrancar es el único verbo existente para designar todo lo que comienza, inicia, empieza y principia. Luego los verbos iniciar, comenzar, empezar y principiar, los borraron de un plumazo (no se sabe si por soberbia o por ignorancia), porque no los emplean en sus noticias.
3.- Fleteo y fletero. Por una perjudicial influencia de la Policía en sus habituales reportes a la prensa, cientos de periodistas tomaron estos dos vocablos como “caballitos de batalla” para referirse a atracos armados. La mala decisión de copiar a pies juntillas esas palabras, sin consultar sus significados en el diccionario, ha hecho que un asalto sea un fleteo, y que un criminal, ladrón atracador o hampón, haya pasado a mejorar su categoría social con el adjetivo fletero, En realidad, a la luz de la semántica, fletero es un transportador; y fleteo es fletear y fletear es transportar la carga de un lugar a otro. Nada parecido con el delito de arrebatar dinero a quien ha hecho un retiro en un banco.
4.- Al interior de…..: Esta locución adjetiva la convirtieron también en una “epidemia lingüística” en la prensa colombiana. La usan para indicar todo aquello que signifique una acción en un recinto cerrado. En esos casos la apropiada es la proposición “en” . “Al interior de…” solamente funciona en cuando hay un movimiento de personas hacia un lugar determinado. Por ejemplo, “ellos van al interior del salón”.
5.- Aparatoso accidente. Aparato es también bulla, ruido, pompa, ostentación. Hay asuntos que se hacen con mucho aparato, es decir, de modo aparatoso. Pero este adjetivo fue tomado por los periodistas de noticias policiales como sinónimo de grave, siniestro, alarmante; no, no lo es. Falla otra vez la consulta al diccionario para hallar la diferencia. Los accidentes no son aparatosos, pues nadie se toma el tiempo de anunciarlos con pompa, sencillamente porque nadie sabe cuándo van a suceder; por ello se llaman accidentes, por ser imprevistos. Solo lo previsto puede tener aparato, ser aparatoso o pregonado con tiempo. Puede hablarse del accidente, sin el adjetivo aparatoso para que no resulte una redacción “accidentada”.
6.- Se presentó…: Ninguna de las 17 definiciones que del verbo presentar tiene el diccionario incluye la de ocurrencia de un accidente o de una desgracia humana. Pero en nuestra prensa colombiana la locución “se presentó” hasta en la sopa de cada almuerzo, confundiéndola con el registro de percances. “Se presentó un accidente”…”el crimen se presentó”, dicen y escriben a diario. Solamente se presentan los fenómenos naturales: lluvias, huracanes, tormentas, rayos, aludes y derrumbes. Lo demás, sucede, acontece, acaece, se registra o pasa.