¡Con el ferviente deseo de que se materialicen!
Son escasos los días que faltan para que comience el año 2024 y pienso que no deja de ser un tema para el análisis y el criterio de los amables lectores de este portal periodístico y de mis queridos colegas, los aspectos que, a mi entender y apreciación, deben ser puestos en la práctica por la nueva Administración Departamental que será presidida por la profesional Rafaela Cortés Zambrano, con el pleno respaldo y apoyo del Instituto de Deporte y Recreación del Meta, Idermeta.
Los aspectos que, a mi juicio, merecen toda la atención son éstos:
* Definitivamente se hace necesaria la construcción de escenarios idóneos y prácticos para la preparación de deportistas que desde hace varios años esperan una solución a las pésimas condiciones en las que deben cumplir sus prácticas. Hacemos referencia a los deportes de voleibol playa, patinaje, tiro con arco y atletismo (para pruebas de lanzamientos y saltos, preferencialmente).
* Eliminar la rechazable costumbre de que a los técnicos y entrenadores se les cancelen sus honorarios como actualmente sucede: por dos o tres meses y posteriormente, de la misma manera. En la mayor parte de los Entes Departamentales, su paga se extiende desde enero ( o febrero) hasta diciembre de cada año. ¿No podría imitarse esta sana costumbre en el medio regional?
* En los pasados Juegos Nacionales (competitivos), 12 modalidades deportivas no pudieron asistir al gran evento, frustrando considerablemente a sus deportistas que ansiaban participar por los colores deportivos de su región. Negligencia y pésima administración de sus Ligas fueron las causantes de esta lamentable situación que, lo decimos con vehemencia, debe ser totalmente proscrita en el Meta.
* Deportes que antaño le reportaron al Meta exitosos resultados en los planos nacional e internacional, como el tenis, el tiro deportivo y el tenis de mesa, han desaparecido del panorama regional. Se requiere que las Ligas de esas modalidades deportivas regresen al espectro metense con nuevos dirigentes para así aumentar el número de este tipo de entidades que favorezcan a muchos deportistas que pertenecen a estas modalidades.
No deseamos convertirnos en esos personajes denominados “aguafiestas”. Lo único que nos ha llevado a registrar estas consideraciones obedece al inmenso deseo de que los anteriores aspectos – y muchos más – sean remediados por la nueva Administración Gubernamental que comenzará a regir los destinos de este departamento, esperando su definitiva solución. ¿Podrá ello ser posible?
